FAGES DE CLIMENT VISTO POR SALVADOR DALI
Gil Bonancia (Revista de Girona,1968 Numero:45 pg. 27 i 28)
Desgraciadamente hoy hemos de hablar del poeta Carles Fages de Climent, en otro aspecío del de anteriores veces, cuando lo hacíamos para dar a conocer y congratularnos a la vez de sus éxitos literarios, de su continua inquietud y vena, que le transformaron en el poeta del Ampurdán. Que si es serio ser poeta en cualquier parte del mundo, para conseguir esta preponderancia o primacía en una tierra donde el espíritu se muestra con la diafanidad que deja el vigoroso viento, resulta ya excepcional.
Carles Fages de Climent ha muerto. Ha muerto su cuerpo, ya que su espíritu, plasmado en su obra, perdurará como signo de una época de un prisma donde la ironía tenía la justeza descriptiva.
Ganador de Juegos Florales y del «Premi Ciutat de Barcelona», su facilidad versificadora en nuestro idioma vernáculo era portentosa, y como además cual si a través de su mirada felina captara mejor la visión de los personajes y situaciones, con sus epigramas hizo descripciones de verdadera antología en cuanto dan en !a diana para expresar las características más sobresalientes de cuanto se colocaba a su alcance.
Quizá por ello podemos decir que supo ser el poeta preciso en las grandes ocasiones, y si poeta del pueblo y para el pueblo, por lo que alcanzó gran popularidad.
Su figura, con barba o sin ella, era conocida también en toda la provincia, donde contaba con excelentes amigos, que ahora, lloramos sin lágrimas, silenciosamente, este dejarnos del gran poeta...
Por su pariré, en la paz claustral de Port- Lligat, ante un Cristo monumental de más de doce metros de largo, situado entre los olivos, Salvador Dalí nos habó del poeta recién fallecido, con el que es sabido le unían lazos de amistad, ya que fue quien ilustró el primer libro de Fages de Climent, «Les bruixes de Llers».
Concentrado, cual musitando una oración, Salvador Dalí nos dijo:
De Fages de Climent, un hombre nacido como yo en la calle Monturiol, escuché la noticia de su muerte que desgraciadamente la esperábamos ya, como cosa inevitable, por la radio en el coche regresando de Barcelona, y en este momento yo, que me hallaba leyendo, pues en casa apenas leo, pero leo en los coches, en este caso estaba leyendo la citación de Michele de Montey, en la cual se decía únicamente se puede llegar a lo universal, a través de lo ultralocal. Yo creo que es el caso de Fages de Climent que un día, cuando se conozca su obra, se verá que ha tocado problemas universales a través de lo ultralocal y provincial, que es nuestro maravilloso Ampurdán. Dentro la iconografía y etnología ampurdanesa, será una de las figuras más grandes que hemos tenido, y el libro que considero más genial de todos, es la conferencia que dio en la propia ciudad de Vilasacra, que se llamaba, «Vilasacra, capital del mundo». Que además de estar muy bien documentada históricamente, la dio a prologar a otro gran figuerense de la calle de Monturiol, como es don Alejandro Deulofeu, inventor de la matemática de la Historia, y me dijo entusiasmado: «Me ha hecho un prólogo maravilloso, pero me revienta completamente el libro porque demuestra que todo lo que digo en el libro es completamente falso. Y creo que tienen razón». Es maravilloso de publicar un libro con un prólogo que ataca no solamente el libro, sino que lo destroza, y además que el propio interesado encuentra que es maravilloso el tal prólogo, y, está convencido.
Este puede ser, el mejor rasgo humano del hombre el que como poeta, nadie puede discutir, pues superó todos los límites establecidos.
Todos los de la calle Monturiol, probablemente todo lo que decimos es falso, pero nuestro sistema paranoico está tan bien organizado y es tan lucido, que por un sistema delirante, llegamos a otras verdades que nosotros mismos no podemos sospechar, y que son superiores a lo que nos proponemos demostrar.
Otro muerto ilustre, vivía en Cadaqués y pasaba los veranos aquí, y que se puede decir que realmente es el promotor y el padre de todo el arte moderno «op» o «pop art», que toda la juventud está haciendo ahora, y es el gran genio Marcel Duchamp que es uno de los primeros dadaístas y que justamente murió el mismo día de Fages de Climent. O sea, los dos polos opuestos. Uno, en lo ultracosmopolita internacional, el otro, dentro de lo ultraprovincial y local y los dos enamorados de Cadaqués.
Gil Bonancia (Revista de Girona,1968 Numero:45 pg. 27 i 28)
Desgraciadamente hoy hemos de hablar del poeta Carles Fages de Climent, en otro aspecío del de anteriores veces, cuando lo hacíamos para dar a conocer y congratularnos a la vez de sus éxitos literarios, de su continua inquietud y vena, que le transformaron en el poeta del Ampurdán. Que si es serio ser poeta en cualquier parte del mundo, para conseguir esta preponderancia o primacía en una tierra donde el espíritu se muestra con la diafanidad que deja el vigoroso viento, resulta ya excepcional.
Carles Fages de Climent ha muerto. Ha muerto su cuerpo, ya que su espíritu, plasmado en su obra, perdurará como signo de una época de un prisma donde la ironía tenía la justeza descriptiva.
Ganador de Juegos Florales y del «Premi Ciutat de Barcelona», su facilidad versificadora en nuestro idioma vernáculo era portentosa, y como además cual si a través de su mirada felina captara mejor la visión de los personajes y situaciones, con sus epigramas hizo descripciones de verdadera antología en cuanto dan en !a diana para expresar las características más sobresalientes de cuanto se colocaba a su alcance.
Quizá por ello podemos decir que supo ser el poeta preciso en las grandes ocasiones, y si poeta del pueblo y para el pueblo, por lo que alcanzó gran popularidad.
Su figura, con barba o sin ella, era conocida también en toda la provincia, donde contaba con excelentes amigos, que ahora, lloramos sin lágrimas, silenciosamente, este dejarnos del gran poeta...
Por su pariré, en la paz claustral de Port- Lligat, ante un Cristo monumental de más de doce metros de largo, situado entre los olivos, Salvador Dalí nos habó del poeta recién fallecido, con el que es sabido le unían lazos de amistad, ya que fue quien ilustró el primer libro de Fages de Climent, «Les bruixes de Llers».
Concentrado, cual musitando una oración, Salvador Dalí nos dijo:
De Fages de Climent, un hombre nacido como yo en la calle Monturiol, escuché la noticia de su muerte que desgraciadamente la esperábamos ya, como cosa inevitable, por la radio en el coche regresando de Barcelona, y en este momento yo, que me hallaba leyendo, pues en casa apenas leo, pero leo en los coches, en este caso estaba leyendo la citación de Michele de Montey, en la cual se decía únicamente se puede llegar a lo universal, a través de lo ultralocal. Yo creo que es el caso de Fages de Climent que un día, cuando se conozca su obra, se verá que ha tocado problemas universales a través de lo ultralocal y provincial, que es nuestro maravilloso Ampurdán. Dentro la iconografía y etnología ampurdanesa, será una de las figuras más grandes que hemos tenido, y el libro que considero más genial de todos, es la conferencia que dio en la propia ciudad de Vilasacra, que se llamaba, «Vilasacra, capital del mundo». Que además de estar muy bien documentada históricamente, la dio a prologar a otro gran figuerense de la calle de Monturiol, como es don Alejandro Deulofeu, inventor de la matemática de la Historia, y me dijo entusiasmado: «Me ha hecho un prólogo maravilloso, pero me revienta completamente el libro porque demuestra que todo lo que digo en el libro es completamente falso. Y creo que tienen razón». Es maravilloso de publicar un libro con un prólogo que ataca no solamente el libro, sino que lo destroza, y además que el propio interesado encuentra que es maravilloso el tal prólogo, y, está convencido.
Este puede ser, el mejor rasgo humano del hombre el que como poeta, nadie puede discutir, pues superó todos los límites establecidos.
Todos los de la calle Monturiol, probablemente todo lo que decimos es falso, pero nuestro sistema paranoico está tan bien organizado y es tan lucido, que por un sistema delirante, llegamos a otras verdades que nosotros mismos no podemos sospechar, y que son superiores a lo que nos proponemos demostrar.
Otro muerto ilustre, vivía en Cadaqués y pasaba los veranos aquí, y que se puede decir que realmente es el promotor y el padre de todo el arte moderno «op» o «pop art», que toda la juventud está haciendo ahora, y es el gran genio Marcel Duchamp que es uno de los primeros dadaístas y que justamente murió el mismo día de Fages de Climent. O sea, los dos polos opuestos. Uno, en lo ultracosmopolita internacional, el otro, dentro de lo ultraprovincial y local y los dos enamorados de Cadaqués.